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La danza es discutiblemente la expresión artística más alta de la cultura de Puerto Rico. Es el género musical del mundo nuevo que más se parece a la música clásica europea.
Es un género muy rico en contenido melódico y armónico con un carácter muy profundo. Algunos son melancólicos y románticos, como La Borinqueña, himno nacional de Puerto Rico, compuesto por Felix Astol; con frases largas, armonías ricas y tres o más secciones claramente definidas. Otros son rápidos y animados: obras cortas de un carácter juguetón, tales como Sara, compuesto por Ángel Mislán. Algunos son difíciles de clasificar en una u otra categoría, pero todos conservan la esencia que caracteriza este género musical.
Tradicionalmente, las danzas se clasifican en dos tipos: romántico y festivo. Las dos variaciones realmente no se parece uno al otro. La danza romántica es más fiel a una forma que consiste de en cuatro secciones: una introducción o "paseo" (generalmente de 8 medidas), un primer tema, un segundo tema, y un tercer tema, cada uno de 16 medidas. El tercer tema es generalmente más animado y en el rol del bombardino cambia de acompañante y se convierte en el solista que toca la melodía, a veces de manera virtuoso o descarga. Después del tercer tema hay una recapitulación del primer tema y a veces una coda al final. Todas las partes, aparte de la coda y la recapitulación, se tocan dos veces. Puede haber variaciones a esto como la introducción de "puentes", secciones de 8 medidas en vez de 16, etc.
Aunque las danzas son sobre todo románticas, son caracterizados por un acompañamiento rítmico muy peculiar, tocado por la mano izquierda si es en el piano o por el bombardino o el trombón en orquestas. La danza se puede describir como mezcla del vals con un ritmo Afro-Caribeño.
La danza festiva no es tan fiel a una forma, aparte del hecho que todas tienen una introducción. Después de ésa, pueden seguir la forma de la danza romántica o tener apenas dos o tres secciones más sin ninguna organización en particular. Son muy rítmicas, animadas y rápidas.
El origen de la danza no está claro, pero la mayoría de los eruditos están de acuerdo que comenzó a mediado del siglo 19 (alrededor de 1840). Durante el primer tercio del siglo 19 la contradanza o "danza contraria" española era muy popular en la isla de Puerto Rico. Esto era una danza muy rígida, con figuras de baile, en las cuales los bailarines tuvieron que hacer movimientos específicos según las direcciones del bastonero. El bastonero era como un director que decidía a cuántos pares bailarían en cada danza y la posición de cada bailarín. El primer bailarín, que era generalmente el más experto, realizaba cualquier movimiento o "figura" que deseaba y los otros bailarines tenían que imitarlo en su turno. Se dice que muchas de estas danzas terminadas en luchas o grandes discusiones cuando algunos de los bailarines no seguían fielmente estos movimientos. El bastonero fue suprimido a partir de 1839 y el cambio comenzó.
Aparentemente, la danza original era muy sencilla y fue rechazada por algunos de la clase alta en esos tiempos (pero no por la juventud), quizás debido a que las parejas podían bailar muy cerca uno al otro y podían hablar en privado. Esto instó al gobernador en esos tiempos, Juan de la Pezuela a declara que era prohibido bailar la danza, pero no prevaleció. Algunos títulos de esos primeras danzas eran: "La cola del cerdo"; "Oh, quiero comer chuletas de cerdo", y otras por el mismo estilo.
El género continuó desarrollándose hasta que le interesó al pianista joven, Manuel G. Tavárez, quien acababa de llegar de sus estudios en París, y la llevó un nivel artístico nuevo. Su discípulo, Juan Morel Campos lo adaptó también y lo desarrolló a su máxima expresión, componiendo más de 300 danzas, la mayoría de ellas obras maestras de una belleza exquisita. La danza sigue su desarrollo y los temas de inspiración fueron sobre todo las mujeres y el romance, y los títulos de esas obras reflejaron ese cambio: Margarita, "De tu lado al paraíso", "Laura y Georgina" (una de las danzas más exquisitas y dedicada a las hermosas hermanas Capó de Ponce), "Mis dolores", etc.
Por supuesto, muchos otros compositores de la danza compusieron danzas igualmente hermosas, tales como el clásico Violeta, escrita por el compositor moderno Rafael Alers. La danza se ha extendido en su estilo pero seguirá manteniendo su posición en el corazón y en el alma del pueblo puertorriqueño.
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